viernes, 20 de febrero de 2009

Engaño

¡Cuánto nos engaña la luz!
Apenas si se distingue
el monte de la laguna.

El cerro,
prolongación del agua
tenues sus contornos.
¿O el agua
prolongación del monte
que se derrama?

Agua y monte,
monte y agua.

Qué quieta el agua
apenas rozando al monte,
le da de beber.
Así Tú: agua.
Y yo: monte.
Monte seco, monte inerte.
Dame, dame agua.

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