Me amenaza cada domingo puntualmente a las cinco de la tarde. Es el fantasma del lunes que rompe la cálida quietud de los fines de semana. Pone en mi alma zozobra y trepidación. Intento semana tras semana arrancar su hechizo. Pretendo ignorar su poder y, entonces, con más fuerza se yergue bebiéndose los resabios de la felicidad dominguera. Me apabulla. El tabardillo me toma presa. Lo único que me queda es dormir para que no me aplaste su realidad. Solamente así queda inerme.
martes, 7 de febrero de 2012
jueves, 2 de febrero de 2012
Bla, bla, bla
Bla, bla, bla...
La Constitución dice. La Constitución no dice. El Constituyente quiso decir. El Constituyente no quiso decir. Se ha dicho que el artículo dice. Se debe interpretar en el sentido de... Cabe interpretar en el sentido de... Hay muchas maneras de interpretar. Existe un precedente que dice que...
Total, todos salimos confundidos y mareados con semejante partido de ping pong de criterios jurídicos.
La Constitución dice. La Constitución no dice. El Constituyente quiso decir. El Constituyente no quiso decir. Se ha dicho que el artículo dice. Se debe interpretar en el sentido de... Cabe interpretar en el sentido de... Hay muchas maneras de interpretar. Existe un precedente que dice que...
Total, todos salimos confundidos y mareados con semejante partido de ping pong de criterios jurídicos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)